Es penoso sacar cuentas de un fin de semana con tres mujeres muertas en nuestro país: una en Talca y dos en Paine, donde nos encontramos con estándares internacionales para erradicar este flagelo que afecta a nuestro país.
La Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer Belem do Para, 1994 en Brasil, define la violencia contra las mujeres como “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
Cada vez es mayor el número de mujeres que denuncia a su marido o conviviente, como lo demuestran las más de 120 mil denuncias efectuadas en el último año. Sin embargo, las mujeres que denuncian no siempre reciben una protección efectiva: este año un 18% de las que fueron asesinadas contaba con medidas cautelares.
La ley de femicidio, aprobada en diciembre pasado, es insuficiente a la hora de dar cuenta real del femicidio, pues no considera a las jóvenes muertas a manos de sus pololos, ni a las mujeres adultas y niñas agredidas sexualmente, violadas y asesinadas por vecinos, conocidos o desconocidos. Se invisibiliza así una parte significativa de esta realidad. La solución que da la justicia a las mujeres agredidas no responde a sus necesidades de protección y reparación.
Recientemente, el pasado 25 de noviembre, la Red Chilena contra la Violencia Domestica y Sexual convocó a las mujeres a no tolerar ninguna agresión machista, a romper con la pasividad y la victimización. A responder con fuerza ante las agresiones machistas vengan de donde vengan: si agreden a una, respondamos todas.
La ley de femicidio, aprobada en diciembre pasado, es insuficiente a la hora de dar cuenta real del femicidio, pues no considera a las jóvenes muertas a manos de sus pololos, ni a las mujeres adultas y niñas agredidas sexualmente, violadas y asesinadas por vecinos, conocidos o desconocidos. Se invisibiliza así una parte significativa de esta realidad. La solución que da la justicia a las mujeres agredidas no responde a sus necesidades de protección y reparación.
Recientemente, el pasado 25 de noviembre, la Red Chilena contra la Violencia Domestica y Sexual convocó a las mujeres a no tolerar ninguna agresión machista, a romper con la pasividad y la victimización. A responder con fuerza ante las agresiones machistas vengan de donde vengan: si agreden a una, respondamos todas.
Llamó a todos los sectores sociales y políticos, a no ser cómplices, a rechazar el machismo y la violencia hacia las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones; al gobierno, a construir información que permita conocer la magnitud de la violencia hacia las mujeres, y a aumentar el gasto público en políticas que enfrenten seriamente el problema.
“Por la vida de las mujeres… ni una muerta más”.
“Por la vida de las mujeres… ni una muerta más”.
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