En este período de campañas municipales hemos visto mucha publicidad machista con mensajes e incorporación de cuerpos de mujeres que nos violentan, considerándonos poco inteligentes y sin capacidades propias al utilizar como objeto nuestros cuerpos, lo que redunda en una violencia pública hacia las mujeres.
Una de las discriminaciones directas más evidentes a las que nos vemos sometidas las mujeres es sin duda la esclavitud de la imagen que según el modelo de sociedad imperante debemos tener y los procesos a los que tiene que someterse para ajustarse a ese prototipo asignado.
La educación de las personas no se hace solamente en la escuela, esto es una obviedad, por eso hay que pararse a pensar en cuáles son los mensajes, imágenes y modelos que se les plantean a la infancia y a la adolescencia, en cómo se utiliza el lenguaje verbal y no verbal o simplemente como están colocados los maniquís en los escaparates de las tiendas de ropa. En estos se hace evidente el bombardeo al que están sometidos, niños niñas, un bombardeo constante que dirige sus deseos y sus metas hacía la perpetuación de los estereotipos de hombres y mujeres.
Quienes controlan el mundo de la tecnología y de la imagen saben exactamente qué mensajes emiten para conseguir un determinado resultado. Incluso para anunciar un mismo producto no se tratan las imágenes de las mujeres con los mismos cánones que las de los hombres. Y eso sucede en el diseño de los pañales, de los juguetes, de los libros de texto y de los anuncios publicitarios en todos los soportes que se utilizan para vender un producto.
Las niñas y los niños tienen derecho a recibir una formación en la sociedad que erradique los estereotipos que han conducido sobre todo a las jóvenes a vivir corriendo siempre tras unas medidas, un peso y unas actitudes que les dividen en dos mundos paralelos lo masculino y lo femenino que será muy difícil conciliar en la edad adulta cuando se les pida que sean tolerantes, solidarios y que valoren a las personas por algo más que por si tienen un coche deportivo y con una mujer dentro como trofeo. La formación no sexista es por tanto una herramienta fundamental para transformar una sociedad que dista mucho todavía de ser igualitaria.
Las organizaciones sociales de mujeres estamos en contra de este trato vejatorio utilizado en la publicidad sexista en contra nuestra, repudiamos y exigimos seguir funando a todos estos personajes que se presentan para gobernar en las diferentes localidades a nivel país, dándoles a conocer que nosotras decidimos por nuestros cuerpos e imágenes y no estamos para que sean utilizados en las campañas machistas que han incorporado para venderse como los mejores para un cargo público, utilizando un trato vejatorio para las mujeres en sus campañas.
Texto Opinión:
Guacolda Saavedra Rojas
Educadora Popular
-RED CHILENA CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA Y SEXUAL
-AGRUPACIÓN DE MUJERES DEL MAULE
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